“Me preguntan varias veces qué es lo que más le gusta a un artista; lo que más nos gusta es volver. Estar en Miami es para mí un privilegio, lo es que me sigan queriendo”, señaló emocionado.
En medio del concierto, que se prolongó por poco más de dos horas, Julio dijo las siguientes palabras dedicadas a su mujer: “Después de ustedes, lo que más he querido en mi vida es a mi mujer (Miranda Rijsnburger, se ha convertido en un viento maravilloso y por eso le quiero dedicar esta canción”, y comenzó a interpretar ‘Ne me quitte pas’, del cantautor francés Jaques Brel, arrancando los aplausos de los asistentes.
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